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¡Provoca tu zona de confort con el Coaching Ontológico!

Hay ocasiones en las que nos sentimos tan cómodos haciendo algo en nuestro día a día, que sin darnos cuenta nos quedamos en la famosa “Zona de confort”. Esa rutina imparable que poco a poco empieza a acaparar nuestra vida y genera miles de excusas cuando se trata de atrevernos a algo nuevo, eso que siempre quisimos hacer pero lamentablemente, no pega con el estado donde estamos.


“¡No tengo tiempo!”, “Es que mis amigos me dicen que soy así”, “Ya lo intenté varias veces…” ¿Te suena?


¿Cuál es el significado de la zona de confort?

La zona de confort es ese espacio donde no queres y no necesitas arriesgarte; una rutina fácil de manejar, que no requiere de esfuerzo como: pensar demasiado, alterar tu tranquilidad o donde no tienes que someterte a pasar por un posible momento difícil de forma “inútil”.

Una zona de confort puede ser cualquier lugar o momento: puede ser nuestro hogar de donde no queremos salir porque ahí nos sentimos seguros; puede ser un trabajo donde nos pagan lo suficiente para vivir cómodos, o la clásica tarde de series después del trabajo que nos desconecta de la realidad.



¿Tu zona de confort es confortable?


A pesar que una zona de confort se entienda por algo cómodo, a medida que más se recurra a ella se generará una dependencia imperceptible que tarde o temprano te hará caer en cuenta que estuviste privado de conocer cosas nuevas.

Una zona de confort es un estado mental; es decir que no consiste necesariamente en un lugar o momento del día. Aquí permanecemos pasivos y desarrollamos una rutina que si bien no nos expone a riesgo alguno, tampoco nos incentiva a vivir libres y felices. Ahora, la pregunta más importante: ¿Cómo la dejamos?


1. Pregúntate por tus objetivos

¡Todos tenemos objetivos por cumplir! Esto no tiene nada que ver con el propósito de nuestra existencia, sino con esos sueños que teníamos desde muy jóvenes o esa idea de proyecto que ronda en nuestra mente sin parar, pero que vemos como un imposible.

Tener objetivos en la vida y metas que nos motiven hace que el viaje sea una experiencia enriquecedora, que disfrutemos el aprendizaje y nos sintamos plenos. ¿Qué objetivos siempre quisiste cumplir para vos?


2. Observa e identifica tu zona de confort

Para identificar ese estado donde te encontras, te invitamos a observarte y a analizar tu sentir ante lo que vivís día a día. Para esto, puedes responderte al cómo te sentís ante la rutina más notable de tu vida, como por ejemplo: el trabajo, lo que haces al despertar, al volver a casa, o eso que haces sin interrupción cada fin de semana. ¿Cómo te sentís frente a eso?

A medida que identifiques ese sentir, te darás cuenta dónde está tu zona de confort, ese lugar incómodamente tranquilo donde elegiste estar. Identificar para poder elegir.


3. Reconocé tus obstáculos

¿Qué te decís que no podes hacer? Pregúntate por qué esa vocecita interior te dice que no podes ser diferente, viajar, cambiar de trabajo o escribir un libro.

¿Cuáles son los motivos por los que te dices que no podes?

A veces, ocultamos esa voz en un: No tengo tiempo, me dan miedo las alturas, tengo vergüenza de exponerme al público, así me siento bien o me da pereza despertarme más temprano para salir a trotar. Es ahí donde encontrarás a tus enemigos del aprendizaje, esas excusas que no te permiten avanzar e interfieren entre lo que quieres hacer y lo que crees que no puedes.



Admitir tus miedos y enfrentarlos, mirarlos a la cara y convertirlos en tus aliados, hará que aunque sientas la presencia de ese obstáculo, igual te atrevas a tomar el desafío; camino que poco a poco irá disipando tus inseguridades y barreras mentales.


4. Comprometete y abrí posibilidades

Después de identificar a tus enemigos del aprendizaje, es hora de que te comprometas a salir de la comodidad y trabajar en vos. Camina hacia lo que quieres que suceda recordando que cada día es una oportunidad; que si un día recaes no importa, porque al día siguiente puedes seguir intentando.


Permitite mirar tus miedos a la cara y enfrentarlos, buscando soluciones. Recordá que a veces, todo lo que creemos no siempre es la verdad absoluta. Atrévete a recrear tu forma de pensar, soltar viejas creencias y aprender cosas nuevas. ¡Si, ya estás listo!

Para cerrar, todo es movimiento y se renueva constantemente.

Por eso te invitamos a soltar, vivir, correr, reír y hacer que tus sueños sean hermosas realidades a partir de ahora.

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